Juzgar, un circulo vicioso de Injusticia y Desencanto.
Cuando castigas como aptitud educadora no podrás esperar que nadie sea benévolo contigo cuando lo necesites.
Cuando te conviertes en juez constante y castigas creyendo que
corriges, conviertes a la sociedad en un círculo de odio y
resentimiento.
De esa forma
conviertes a la sociedad en un círculo de odio, sangre y resentimiento;
Vas a recibir de la naturaleza lo que des, si siembras, cosecharas, el
problema es que los seres humanos somos tu propia naturaleza, somos esa
parte de ti que está en mí, en cada uno de nosotros.
Juzgar y corregir es parte de todos, sin embargo no es la mejor.
Juzgar implica que no estoy mirando la parte de mi culpa en una
situación, corregir implica que no estoy pensando que un día podré ser
corregido.
En ese preciso instante se cierra el círculo donde
los demás, querrán cobrarte o cobrarme los errores o quizás, querrán
sencillamente ser jueces y corregir al igual que lo hicimos nosotros.
Y por desgracia comienza el círculo de " yo te hago, lo que me hiciste"
o "aplico las leyes o reglas de la forma en que lo hiciste".
Ahí, en ese preciso momento se inició este círculo interminable de
injusticia y desencanto, cuando todos quisimos ser justos y vivir el
encantamiento de poder juzgar a todos.
Verónica Galla
Del Libro reflexiones.
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